28 de octubre de 2007

Pantallas del voto cantado

Tropezón pre-presidencial


AGENCE FRANCE PRESS (AFP)

TÉLAM

Ingeniero, a pesar de todo

TÉLAM

Información esencial en su justa medida


Se fueron a festejar todos... hasta el webmaster


CRISTINA.COM A LAS 21 HORAS DEL DEL DOMINGO

Domingo, 19.00 horas

Mirada satisfecha

INFOBAE.COM A LAS 19 HORAS Y CANAL 5 NOTICIAS A LAS 20.01



Bandera blanca del gran crítico

PERFIL.COM A LAS 19 HS.


Cautela del histórico


LANACION.COM A LAS 19.00 HORAS

Clarín, rendido al triunfo

CLARIN.COM A LAS 19.10 Y A LAS 21 HS. LA TERCERA, CANAL 13 A LAS 19.30.

25 de octubre de 2007

Von Wernich en 1984 (pancho, mate en mano)

Christian Von Wernich, julio de 1984
(Revista Siete días, publicado en diciembre de 1988)

GENTILEZA ESCUELA DE PERIODISMO TEA





















"Se los quiso blanquear... Sacarlos del país rumbo al Uruguay, para que no cayeran en las manos de sus propios compañeros, que los buscaban para liquidarlos y vengarse. Para mí, todos los chicos (Montoneros) a los que yo ayudé a escapar del país, cumpliendo directivas de Camps, pueden estar escondidos temblando y esperando que sus amigos los descubran y los maten. Es verdad que durante unos siete meses varios chicos estuvieron "desaparecidos" y yo lo sabía. Cuando los saqué del país y pasó el tiempo y no me escribieron, sus padres comenzaron a preguntarme y yo, a su vez, también les preguntaba a ellos si sabían algo. Me había encariñado mucho con aquellos ocho chicos a los que dejé en libertad. Yo llegué a ser un cura de confianza para muchas cosas en la lucha contra la subversión. (Sobre el programa de TV "Nunca más" en 1984: Se le dio al pueblo el circo que necesita el gobierno actual para distraerlo de la falta de pan. Es claro que a él (el ex General Ramón Camps), como soldado, le gustaba la guerra. A mí me cuesta creer cuando se habla de vejaciones, porque yo nunca las vi, ni nadie me lo dijo. Camps quiso trabajar en esta guerra según Isabelita, Luder... Ellos dijeron "aniquilar" y Camps lo tomó al pie de la letra. ¿De qué centros clandestinos hablan, si yo entraba a todas partes sin tocar el timbre, cuando visitaba a los subversivos". Tal vez hubo excesos, pero no me constan".

"Como le dije antes, espero la justicia, pero la divina..." (Siete días, julio de 1984)

Christian Von Wernich, 10 de octubre de 2007



20 de octubre de 2007

Según 70.000 fans, habría vuelto Soda Stereo

DIEGO GUELER

La inmensa mayoría no los había visto nunca a los tres juntos. Es más, la inmensa mayoría ni tan solo había nacido cuando Soda Stereo se presentó ante la prensa en un Pumer Nic céntrico en 1983. Para el resto, costaba creer que los que estaban tocando en carne y hueso eran ellos. Uno no caía. Hasta hace muy poco, nadie daba dos chavos porque Gustavo, Charly y Zeta volviesen a tocar con el nombre oficial de la banda de rock que tuvo -y tiene- mayor éxito dentro y fuera de sus fronteras en toda América Latina desde que existen las guitarras eléctricas. Durante el show, un letrero electrónico indicaba: "gracias por habernos esperado tanto tiempo". Es no es cierto. Nadie los esperaba. Fue, más bien, una abrupta y feliz sorpresa para todos los que alguna vez no gusto mucho esta banda cuando se anuncio su regreso de forma oficial. 24 horas después ya estaban en venta las entradas. Que cada uno interprete al respecto lo que le plazca.


DIEGO GUELER

La inmensa mayoría de esa inmensa mayoría se guardó la entrada, se compró un souvenir, arrancó algún póster publicitario de la gira de algún mural pequeño y grabó algunos segundos del recital en su teléfono celular o cámara fotográfica digital. En Argentina, por si no lo sabían, es fundamental almacenar pruebas tangibles del recital para el futuro comentario de "yo estuve ahí" en alguna cena o encuentro entre amigos. Por eso, las remeras más taquilleras fueron aquellas con un letrero hecho a medida para la idioscincracia local: "yo los vi volver". La inmensa mayoría de los que alguna vez les gustó Soda Stereo, unas 300.000 personas en Argentina, lo habrán visto volver. ¿Dónde está, entonces, la particularidad de haber estado ahí, de haberlos visto volver, si otros 300.000 individuos también lo hicieron? Futurología: el verdulero de Gaona y Boyaca, de vacaciones en Florianópolis, seguidor de los Chalchaleros, lucirá en verano una casaca con el "Yo los vi volver".







Ene horas de cola en vano. Cuando se estaban por abrir las puertas, centenares de jóvenes de clase media y alta -esos que dicen que están mejor educados que los pobres- se colaban descaradamente y se situaban luego en los lugares más privilegiados del campo. A nadie le importaba que otros hubieran pasado la noche allí (no fue mi caso) con tal de ver a sus ídolos a pocos metros de distancia. Qué más daba, ¿no? Una vez en el interior del estadio, algunos perdieron dos horas-cola por detenerse unos minutos con las rubias t... en los puestos de empresas patrocinadoras mientras que los que llegaban desde atrás batían sus récords de 120 metros llanos en una pista atlética como la del Club Atlético River Plate. Una inmensa minoría evitó la cola por unos 5 pesitos (1,66 dólares) y otros tipos re piolas, el ticket de entrada (y la cola, claro) por sólo 20 pesos (6,67 dólares). Los agentes de seguridad eran argentinos en su más genuina genética.












Algunos medios de comunicación anunciaron el inicio del primer show de las gira a las 20 horas (a tenor de la entrada, a las 19 horas). Al día siguiente, se leyó en unas crónicas: "a las 21 hs en punto comenzó el recital...". ¿Por qué no se hicieron cargo del error, al día siguiente, en el apartado "Fe de erratas", que para eso está, no? A raíz de la imprecisión horaria, Peter Capussoto se comió de forma gratuita unos cuantiosos insultos. Del saliente presidente Néstor Kirchner ni hablar: la inmensa mayoría de estadio, ya hastiado de esperar, lo silbó e insultó cuando apareció en las pantallas como invitado sin su voluntad a uno de los gags del humorista argentino, quien hizo showman previo al plato principal. Como los muchachos de clase media y alta, tan bien educados en colegios privados, como decía, habían insultado injustamente e injustificadamente a las bandas teloneras en la despedida de Soda (21 de setiembre de 1997), en el retorno no hubo grupos soporte. El error periodístico provocó que las masas se desesperasen, los fans bien educados empujasen excesivamente y otros tantos y yo tuviéramos que hacer, además de soportar avalanchas, de salvavidas justo debajo del escenario. Por momentos, he visto caras violetas, asfixiadas, de niñas de 16 años de poca estatura. Por momentos, emulaban las tristes fotografías de Cromañón. Aun con mi 1,92 tuve que salir unos minutos de la olla de presión en el tercer tema. Soda Stereo lo justificaba todo.


DIEGO GUELER

¿Qué tal estuvo el concierto? La inmensa mayoría, perdón, todos, quise decir, disfrutaron como unos desgraciados. Quien me ha visto en la salida podría haber pensado que me había tirado de cabeza y vestido en una pileta. Fue una placentera entrega espiritual.

Verlos en el mismo escenario (más moderno), en el mismo estadio, diez años y monedas después... Bizarro. El rostro de Gustavo Cerati no evidenció un gran deterioro en todo ese tiempo. Una década que pasó en lo que un santiamén. Mis fichas no caían, repito. Y hace tan solo unos meses estaba en el desierto del Sahara... Quién lo iba a imaginar... Soda Stereo tocando... Sobre todo, para aquella inmensa mayoría que no los había visto más que en formato VHS o DVD. Que me pellizquen, Dios.

Para el que quiera saber más y ver más fotografías de la vuelta de Soda Stereo, puede leer las impresiones desde el palco de prensa por los periodistas acreditados de la revista Rolling Stone, La Nación y Clarín. Todo lo otro, más o menos, está contado en una de las 70.000 posibles narraciones sobre el regreso del trío argentino más famoso.

17 de octubre de 2007

Alfredo Casero versionado

VERSIÓN AGENCIA DE NOTICIAS

Alfredo Casero: "La TV está muriendo en su jugo"

Buenos Aires. El polifacético humorista Alfredo Casero lanzó esta tarde artillería pesada contra el modelo comercial de la televisión actual al afirmar que "el negocio de la TV está muriendo en su propio jugo". El mentor de Cha cha chá, de 45 años, matizó que "los programas de humor se están extinguiendo porque ya no son negocio. Como la TV no tiene nada que hacer, destruye. Y yo nunca pertenecí a la tevé, a mí me fueron llamando...", puntualizó Casero en el Centro Cultural Borges en una conferencia organizada por el suplemento ADNCultura del diario La Nación.
FOTO: DIEGO GUELER

Frente a una cuarentena de asistentes, el artista relató los pormenores de sus éxitos como cantante en Japón (grabó tres discos allí) y, sobre todo, puso énfasis en su nueva vida como cosechador de alfalfa en una chacra que adquirió en la provincia de San Luis. No obstante, el artista que se fogueara en el programa TV de la cabeza dejó entrever su disgusto por la escasa producción artística y cultural actual: "Me aburre todo lo que veo alrededor. No todo está oficialmente inventado. Todos se quejan y nadie hace nada", opinó el humorista. Luego añadió que, con frecuencia, le consultan si volverá Cha Cha chá a las pantallas. "Yo les respondo: 'Yo te enseñé ya cómo se hace, ¿por qué no lo hacés vos?", contó quien protagonizara Vulnerables, culpables y locos de amor.

Consultado acerca de la candidata presidencial oficialista, Cristina Fernández, Casero, quien hasta noviembre presenta el unipersonal Casero experimendo, opinó que "menos mal que una mujer se dedica a la presidencia (sic)", sin tomar partido alguno: "Que gane... el mejor", sentenció después. A su vez, el autor de Un tranvía llamado Vaporeso, consideró que, por primera vez, un gobierno argentino tiene realmente poder y dejó en ridículo a la clase dirigente:"un muy buen humorista es más creíble que un político".


VERSION SUPLEMENTO FIN DE SEMANA

Decálogo del caserismo filosófico

16 de octubre de 2007 Después de Cristo. Alfredo Casero (Vicente López, 1962) recita ante una cuarentena de asistentes en la sala del Centro Cultural Borges, convocado por el ciclo de Conferencias del suplemento cultural de La Nación, ADN Cultura. Habla de su pasado televisado, su lejana experiencia nipona cantada, su histriónico presente (Casero Experimendo) y su alfalfa puntana cosechada. Acaba de recorrer 800 kilómetros en coche, lleva vincha y le suena el celular en un país del sur "analogicista" cuando es presentado por el moderador. Sus múltiples vidas comentadas por él mismo conforman el decálogo de la filosofía del Caserismo.

"Cuando compré mi campo de San Luis pensaba que estaba en Córdoba".


"Quien siembra entre lágrimas, cosecha cantando" (escuchado de chiquito en la Iglesia).

"Cuando sos famoso generas a veces cosas feas en la gente. Yo no me quiero comer el garrón de tener que pagar por la fama. Yo no tengo que rendir cuentas a nadie. Que después no me anden rompiendo en los bares".

"Mi formación no es académica, yo soy bruto. Pero lo bruto es bueno".

"Mi software interno es muy raro".

"Un muy buen humorista es más creíble que un político".

"El norte es digital y el sur analogicista".

"El deseo de la gente es infinito y me importa un pito. La gente es egoísta. Por eso a los que vienen a verme al teatro, no espero que se queden cruzados de brazos. Si no, que se vayan a su casa".

"No me banco a los vagos ni a los mentirosos. A los boludos los perdono".

"Soy un artista varieté. Es una elite".

"Si tenés una vocación cagaste: te pagan $ 2,50".

"A un tipo que no le gusto yo, seguro que le gusta el fútbol. Seguro".

"Siempre me estoy haciendo de nuevo. Soy un renacentista"

"Esta bién que una mujer se dedique a la presidencia. Pero no me gustan las presidentas con pene. Que sean madres, femeninas. ¿Me entienden?"


VERSION ALFRED CASER AGENCY NEWS

ULTIMO MOMENTO: Alfredo Casero confiesa que improvisa en el 34,7% de sus actuaciones

¿Buenos? Aires (de un corresponsal que trabaja a tanto la nota). "Perdón por mi olor a humo", fueron las primeras palabras del astro del humor argentino, Alfredo Casero, al finalizar en coche el recorrido entre su chacra de San Luis y la butaca subida detrás de la mesa, sobre el escenario, del teatro del Centro Cultural Borges. Pocos minutos después, sonó su teléfono celular: "pido disculpas, esto es una porquería", opinó tajantemente ante 37 conferencia-escuchas ayer presentes.

Al cabo de unos minutos, otro artefacto de comunicación sonora sin hilos sonó entre los bolsos del público. "Si vuelvo a sonar un teléfono me voy a la mierda", advirtió el filósofo de Vicente López localidad (no el prócer).

"Astroboy fue un personaje muy importante en mi vida", sentenció el ídolo de Cha cha chá, de 45 chinchínes de Fin de año. Se refería a los dibujitos que lo marcaron de pequeño, cuando entonaba el Salve Regina (en latín) en un Colegio Marista. "Es que yo tengo un software muy raro", argumentó. Por eso, cuando un periodista japonés le consulto de por qué había ido a cantar a Japón en japonés cuando en su país se comía gato (el preguntón lo había leído en la prensa), el magistral humorista varieté le respondió sin pelos en la lengua: "No, pero a mí me gusta comer Doberman".

Una de las preguntas del público fue: "¿Qué porcentaje de sus actuaciones son improvisaciones?". A lo que Casero, sin dudar, certero, contestó. "El 34,7% en las actuaciones de teatro y, en las series de televisión, improviso en el 27,25 de los casos". Caramba. Precisión como la una calculadorita made in Japan que funcionan con energía solar. ¿El Míster no lo habrá aprendido en una de sus dos escaladas al Monte Fuji?

Asimismo, el mismo Casero contó que en su rancho de Traslatierra, en San Luis, tiene dos chanchos: París ("por la rubia tonta París Hilton", explicó) y Wilford. Estas adorables criaturas, según su patrón, "son el caos. No les importa nada. Te comen todo. Si los traemos acá te comen la cartera... Nooo, un desastre", sintetizó el artista filósofo. Acerca del campo de cosecha de alfalfa, Casero también ofrendó una frase de puro arte para la memoria de la humanidad: "La máquina de enfardar es una belleza".

La versión de La Nación

Blog Casero Experimendo en clarin.com

11 de octubre de 2007

Palabra de un catalán

BON ESTAT DE SALUT

Cultura argentina

Jordi Costa / Escriptor i periodista
AVUI, pàgina 30. Dijous, 20 de setembre del 2007

Torno de Buenos Aires amb un grapat d'anècdotes que podrien servir-me per il·lustrar temes molt diversos, però una en especial destaca en el conjunt. L'escenari és una llibreria de l'avinguda Santa Fe, a pocs metres de la gran superfície cultural El Ateneo. Una dona de mitjana edat demana un llibre d'un autor de qui no vaig aconseguir retenir el nom. El dependent que l'està atenent no dubta a manifestar que ell detesta particularment aquell llibre i aquell autor, però que, si la clienta ho vol, no té inconvenient a cercar-lo. La clienta s'interessa per l'opinió del dependent i ell no triga a desenvolupar la seva afirmació: l'autor en qüestió mantenia una posició ideològica que va canviar tan bon punt li van arribar, de cop, el reconeixement públic i la bonança econòmica. "I això és el que al meu poble sempre hem considerat un traïdor", va rematar.


Em costa imaginar una escena semblant en una llibreria de Madrid o Barcelona, on un no acostuma a trobar dependents tan ben informats sobre les contradiccions ideològiques dels autors presents a les prestatgeries. Ni, tampoc, dependents capaços d'arriscar una venda per tal de deixar ben clara una opinió personal. I potser un servidor peca de sobreinterpretació, però l'anècdota argentina sembla parlar d'una cultura amb un estat de salut més ferm que la nostra, on fins i tot el més conscienciat dels dependents faria (o callaria) el que fos a fi de vendre un exemplar d'un llibre de, posem per cas, César Vidal. La conclusió que trec a la tornada és que envejo, de la manera més saludable, els ciutadans de Buenos Aires. O, almenys, la seva saníssima relació amb la cultura.


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Regreso de Buenos Aires con un grapado de anécdotas que podrían servirme para ilustrar temas muy diversos, pero una en especial destaca en el conjunto. El escenario es un librería de la avenida Santa Fe, a pocos metros de la gran superficie cultural El Ateneo. Una mujer de edad media solicita un libro de un autor de quien no pude conseguir retener el nombre. El dependiente que la estaba atendiendo no duda en manifestar que él detesta particularmente aquel libro y aquel autor, pero que, si la clienta lo quiere, no tiene inconvenientes en buscarlo. La cliente se interesa por la opinión del dependiente y él no duda para desarrollar su afirmación: el autor en cuestión mantenía una posición ideológica que cambió a tal punto que, de pronto, le llegó el reconocimiento público y la bonanza económica. "Y eso es lo que en mi pueblo siempre hemos considerado un traidor".


Me cuesta imaginar una escena semejante en una librería de Madrid o Barcelona, o uno no acostumbra a encontrar dependientes tan bien informados sobre las contradicciones ideológicas de los autores presentes en los préstamos. Ni, tampoco, dependientes capaces de arriesgar una venta con tal de dejar bien clara una opinión personal. Y puede ser que un empleado peca de sobreinterpretación, pero la anécdota argentina parece hablar de una cultura con un estado de salud más firme que la nuestra o, inclusive, el más concienciado de los dependientes haría (o callaría) lo que fuere afín de vender un ejemplar o un libro de, pongamos por caso, César Vidal (N. de R.: ex actor porno y actual "superventas"). La conclusión que traigo a la vuelta es que envidio, de la manera más saludable, a los ciudadanos de Buenos Aires. O, al menos, su sanísima relación con la cultura.

8 de octubre de 2007

Reportaje "La bolita que aparece y desaparece", en Tribuna de Periodistas




"La bolita que aparece y desaparece. La insólita estafa de los trileros" (por Diego Gueler). Reportaje de investigación acerca de las mafias de apuestas callejeras en La Rambla de Barcelona, publicado el 3 de octubre en Tribuna de periodistas.





DIEGO GUELER

2 de octubre de 2007

Lección sobre jóvenes a cargo del Dr. Etcheverry

IV Congreso nacional sobre valores, pensamiento crítico y tejido social organizado por el YMCA. Salón San Agustín de la UCA. "Medios de comunicación y cuidadanía" es el tema de debate este año. El Ministro de Educación, Daniel Filmus, no regresa a tiempo desde Nueva York para brindar una conferencia. Como medida tapón, pero muy astuta, la organización, en su lugar, le da la palabra al Dr. Guillermo Jaim Etcheverry* (ex rector de la UBA), un As de espadas en lo que se refiere a las ponencias sobre jóvenes y Educación. Un pensador contemporáneo de gran estatura intelectual. Un coloquio para chuparse hasta el último de los dedos.

Si no puedes educar a tus hijos por convicción, házlo aunque sea por miedo.

Una mujer del barrio me cruza en el puesto de revistas. Me detengo allí para comprar un diario y leer otros siete. La señora me felicita, me dice que hablo muy bien en la televisión, que me ve siempre. Y cuando aparezco, dice que llama a sus vecinos, a su familiares, para avisarles que "el Dr. Etcheverry está en tal o cual canal. No sabe como me gusto verlo en la tele, porque me encanta como habla", me repite la señora. Y una vez me indagó: "Ahora, ¿podría hacerle una pregunta, sin que le moleste?", consultó. "Sí, señora, adelante", le contesté. "¿Seguro? Pero miré que puede que no le agrade...", insistió la mujer. "No se preocupe, adelate", insistí yo. "Bueno -por fin se decidió- yo tengo una duda: "¿Y, usted, dígame, Doctor... En la tele, ¿de qué habla?

La imagen no despierta la reflexión, sino la desatención. Apela a lo emocional, a las sensaciones. Se ha empobrecido el lenguaje. Niños delincuentes que utilizan códigos propios de la calle y las villas no pueden siquiera entablar una conversación de "Hola, ¿cómo estás?" con alguien de fuera.

Los jóvenes están siendo educados por ignorantes de la televisión que ni siquiera saben que lo son.

www.mediasmart.co.uk

En el mundo ha triunfado la idea de que vivimos felizmente felices. Se impuso el hombre entretenido, feliz, al del ser preocupado. "Entretenidos hasta morir" es un título cuya lectura recomiendo mucho.

Hay una sensación dominante de que nada es permanente. Es el quiebre de la Historia. Un anclaje. El mundo comienza y termina cada día: no heredamos a nadie ni nadie nos heredará. Tampoco, en ese sentido, hay responsabilidad. Total, no habrá un mañana.

Las figuras del padre y el maestro están muy devaluadas. Existe una resistencia a la penetración del otro. Los jóvenes dicen: "Yo soy así. Y punto". Y punto: los padres o docentes se quedan allí.

Los medios de comunicación explotan entre los jóvenes la filosofía del entretenimiento del yo ya lo sé todo.


La vida virtual se impone a la vida real. Para ellos, "mi mundo es mi computadora, mi I-pod y mi teléfono celular". Lo otro les resulta ajeno. Todo transcurre sin que ellos se enteren.

Es que ni el espíritu de rebeldía ha sobrevivido entre los jóvenes, puesto que ya no les interesa absolutamente nada, nada por qué luchar.

¡¡Hay chicos que
se juntan a chatear entre ellos en una misma casa!!!

La socialización de los chicos ha cambiado. También los cambios de poder en las familias: ellos
influyen también en cómo se distribuye el gasto.

Más información sobre Guillermo Jaim Etcheverry
"No saber que no se sabe", La Nación, 28 de enero de 2001.
"Pensar antes de pensar", La Nación, 5 de mayo de 2002.
(Más textos en el archivo digital de lanacion.com)

*Doctor en medicina y escritor argentino (1943-). Fue rector de la Universidad de Buenos Aires (UBA) entre 2002 y 2006 y profesor titular de Biología Celular e Histología de la Facultad de Medicina de la UBA. Fue decano de la Facultad de Medicina de la UBA entre 1986 y 1990. Es miembro de la Academia de Ciencias Médicas de Córdoba y miembro de número de la Academia Nacional de Educación y de la Academia Argentina de Artes y Ciencias de la Comunicación. Escribe notas sobre educación en el periódico argentino La Nación.