3 de julio de 2007

Dios hay uno solo


Pese a que sus personajes no envejecen, los Simpson ya cumplen 20 años en la televisión. La presente es la temporada número 18 de la familia con mayor cantidad de fieles del mundo: 40 millones de espectadores semanales en 80 países que ríen y lloran de risa con la fiebre amarilla que satiriza la american way of life en 18 idiomas. A finales de abril último, los de Springfield cumplieron 400 capítulos. Los teleadictos de las series de TV en EE.UU. calculan que se trata de los dibujos animados más lóngevos de la historia, detrás de The Adventures of Ozzie & Harriet (435 espisodios, pero con personajes de carne y hueso). Lo que sí reconocen es la kilométrica diferencia entre la difusión y el impacto en el público que han provocado una y otra serie.

Ningún Papa ha despertado tanta atención de tanta gente durante tanto tiempo, ni semejante influencia en dos generaciones de jóvenes, como Homero Simpson -Homer fuera de América Latina-, el alma matter de la serie, la tuvo desde 1987. Es ya uno de los nombres más familiares para el hombre occidental contemporáneo. Las insignias del siglo pasado y el corriente en las camisetas baratas que se venden en los mercaditos de Guadalajara, Barcelona o Buenos Aires sentencian. Diego Maradona, Che Guevera, Charles Chaplin, James Dean, Bob Marley, Mick Jagger, Kurt Cobain, Jim Morrison, John Lennon, Elvis Presley y, por supuesto, Homero J. Simpson.

Génesis de una familia popular
En 1987, el galardonado cineasta James L. Brooks ofreció al dibujante Matt Groening hacer unos cortos animados para incorporarlos a The Tracy Ullman Show. Los conejitos que ideó Groening no auguraban un gran éxito, por lo que decidió darle vida a unos personajes nuevos. El creativo Groening -lo reconoció tiempo después durante una entrevista- ideó a los Simpson en una servilleta quince minutos antes de reunirse con Brooks. Para evitar que el boss notará la improvisación, Matt utilizó el nombre de su padre y de su madre, Homer y Marge, y sus hermanas, Maggie y Lisa. Así fue como el 19 de abril de 1987, la cadena Fox emitió el primer corto de esa familia. Duró dos minutos. George W. Bush padre los consideró "pecaminosos" en su momento. La audiencia no pensaba lo mismo. Tres años después, la cadena que hoy controla la derecha norteamericana encargó a Groening episodios que pudieran ocupar un espacio de media hora, publicidades incluidas, en horario prime time. Hasta hoy.

La producción de cada capítulo dura tres meses. 60 personas componen el equipo de producción y doblaje, más 50 músicos, 100 animadores en Estados Unidos y otros 120 en Corea del Sur. Éstos últimos reciben el guión, el storyboard y las pistas de sonido con las voces desde Estados Unidos para luego pintar las escenas y dar vida a los personajes.

"The Simpsons. The movie"
El 27 de julio se estrena en todo el globo La película de Los Simpsons. Uno de los guionistas y productores, Al Jean, expresó a la revista estadounidense Parade que el film "tenía que sujetarse por sí solo. Necesitaba su propia narración para que no fueran sólo 80 minutos de chistes. Aunque son 80 minutos de chistes". Quienes ya vieron el tryler cuentan que Homero toma el papel de súper héroe al mejor estilo americano. Aunque su personaje, en la serie, es todo lo contrario: un nítido antihéore. En los foros de aficionados algunas hablan de la irrupción de un cerdo en la serie, del despido de Homero de la central, de desnudos y sexo.

En Estados Unidos están registradas 34 estados que poseen una localidad llamada "Springfield" (en una de ellas surgió el basketball). Justamente por eso su creador la llamó de esa manera. Una familia arquetipo en un pueblo cualquiera. Dieciséis Springfield compiten por convertirse en la sede del estreno mundial de la película. Un fanático de la serie recuerda que se mencionó la situación de la ciudad en un capítulo: a 678 millas de México DF. y a 2.653 de Orlando (Florida). Aunque en episodios sucesivos, se hicieron diferentes versiones para mantener el misterio.

Homero-Dios
Entrevista a Matt Groening en el diario La Vanguardia (Barcelona), publicada el 2 de mayo de 1999. "Supongo que como yo soy un media-adicto, conseguí una curiosa mezcla de influencias culturales: desde Aristóteles al Capitán América. El resultado es algo así como Homer Simpson, una parodia del padre americano de segunda clase que vive en un barrio vulgar, hace cosas vulgares y lleva una vida vulgar con una familia tan vulgar como él. Adorable", dijo el creador de los Simpson.

Uno de los mayores logros de Groening fue haber conseguido que los niños que no comprenden la mayor parte de los gags de la serie sean igual de seguidores -en su caso, de Bart, por mera identificación- que los adolescentes o más mayorcitos. Por eso, no sorprende que una encuesta a chicos estadounidenses, la práctica totalidad de ellos aribuyen sólo caracteres “negativos” a Homero Simpson (sin ironías en edades tempranas). A saber: "glotón", "borracho" y "estúpido".

La enciclopedia libre en Internet Wikipedia, por su parte, recoge las 127 profesiones por las que ha pasado el padre de la familia. El Homero polivalente y multiuso las ha vivido todas, incluso algunas que han quebrado los cánones de lo políticamente correcto. En diciembre del 2005 abandonó abruptamente la cerveza y los ‘hot-dogs’, así como la dieta a base de comida chatarra, para adherirse a las escrituras del Corán y los mandamientos de Alá. Así viajó a Oriente Medio convertido en "Omar Al-Shamshoon". En los países árabes, analistas de la TV consideraron que Homero era "aburrido". Poco tiempo antes, Homero se había convertido en el primer oficiador de bodas gays, un tema tabú en una larga lista de países a los que llamamos democráticos.

Otro despunte de repercusión internacional ocurrió en abril 2002: Homero fue asaltado en Río de Janeiro por niños de la calle, después capturado por un taxi pirata y finalmente secuestrado en el Amazonas. Mientras, una anaconda se merendaba a Bart de un trago en el Pan de Azucar. El presidente brasileño de aquel entonces, Fernando Henrique Cardoso, hizo saber su descontento a través de la agencia de información estatal por "difamación de su país".

Homero J. Simpson representa una simbólica metáfora de los tiempos que corren. Aun siendo su séquito conciente que es un completo y rotundo incompetente, inútil, imbécil, bebedor y obeso compulsivo; infiel, ciclotímico, esquizofrénico, ansioso y paranóico; es el gran ídolo de ellos.

1 comentario:

Anónimo dijo...

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Saludos!

Atte: Anda la Osa