25 de junio de 2007

Salta Jimmy, corre Jimmy

Atención mundial. Máxima tensión. Restan cinco minutos para que finalice la Eurocopa de selecciones de fútbol en el Estadio Da Luz de Lisboa, en Portugal. Grecia derrota por la mínima al combinado local. Ochenta mil gritos lusos y otros siete millones frente a los televisores empujan al equipo cuya batuta recae en las manos del centrocampista Luis Figo, ex jugador del FC Barcelona. En medio de los nervios y la desesperación frente a una irremediable derrota, un espontáneo (aunque todo lo tenía fríamente calculado) burla los controles de seguridad, se introduce en pique corto en el campo y se dirige en dirección a Figo. En Catalunya nunca han perdonado al capitán del seleccionado portugués por su pase a la antítesis clásica, el Real Madrid, en julio de 2000. Cuatro años después de la traición más famosa de la historia del deporte, el saltarín le refregó en la cara de Figo, ante la mirada incrédula del mundo, una bandera del club blaugrana. ¡Toma, ya! El valeroso corredor demostró mejor estado físico que los custodios, corrió hacia uno de los arcos y por la inercia de dejó rebotar en las redes. Gol.


"Que és el meu salt el meu tresor, que és la fama la meva llibertat, la meva llei la força i el vent, la meva única pàtria". Jaume Marquet, vendedor inmobiliario de 33 años en la localidad catalana de Sabadell, define así su filosofía en su página web. "Jimmy Jump" es el nombre a través del cual ha logrado, efectivamente, su particular fama en Catalunya y en todo el reino de España. En su web site hace un raconto de sus hazañas deportivas y glamurosas, así como vende una línea de productos Jimmy Jump (la camiseta negra y la "barretina", el gorro rojinegro que enseña un símbolo catalanista). Este personaje hasta tiene la osadía de incluir sus datos bancarios para que algunos de sus cientos de forofos lo ayuden económicamente para "seguir saltando".




"Algunas veces declaro, otras me cae alguna colleja (multa)... Sólo en Portugal estuve detenido dos días en el cuartelillo, a pan y agua", confesó durante una entrevista. Al parecer, el salto no le salió tan barato: 60.00 euros que jamás pagó. Su padre, quien tuvo que rescatarlo en una comisaría lisboeta, recuerda que "ya en el colegio los curas no le dejaron ir a ver al Papa porque no sabían lo que era capaz de hacer”. La abuela de Jimmy, Pepita, estaba muy disgustada tras la corrida en el estadio Da Luz. "Es un buen chico. No tiene vicios. No bebe, no fuma y no se droga, pero está obsesionado con ser famoso. Jimmy, por su parte, no tiene pelos en la lengua. "Desde pequeño siempre me colaba en los sitios, me hacía la foto con el famoso de turno. Es algo que siempre he sentido y que seguiré haciendo. Me cuelo, no pago entrada, espero el momento y salto. Es algo innato". El recuerdo de un episodio de los Simpson. Homero J. irrumpe durante un partido de béisbol. Al día siguiente, un diario virtual de Springfield titulaba: "Idiota arruina el juego".



En 1999, Jimmy intentó obtener notoriedad en la sociedad por las buenas, pero no funcionó. Se presentó como candidato a la alcaldía de Sant Quirze del Vallés (20 kilómetros de Barcelona, donde vive nuestro Jimmy) por el Partit de la Independencia. De hecho, su ingreso a los campos de juego llevan una ideología política: siempre lo acompaña una senyera catalana y símbolos independentistas. Como la gente no lo apoyó, decidió llamar la atención a través de otras vías. En 2002 se lanzó de clavado en la pileta olímpica durante el Mundial de natación de Barcelona. Semanas después, comenzó su magnetismo con las canchas de fútbol. Saltó al césped del Camp Nou desde la tribuna y le regaló una bandera -más bien un trapo de piso- a Pitu Abelardo, ya jugador del Alavés, quien se despedía de la hinchada que tanto lo había coreado durante su extensa carrera. El entonces presidente del FC Barcelona, Joan Gaspart, tuvo que mediar para que la policía lo liberara. "No lo volverá a hacer", argumentó. Nacía Jimmy Jump.


El streaker británico Mark Roberts fue "su maestro", en palabras de Jimmy. El exhibicionista se consideraba tan atractivo que en diferentes actos de solidaridad decidió compartir sus partes con el público del Abierto de tenis de Wimbledon y los partidos de la selección inglesa en el antiguo estadio de Wembley. Pero volvamos al discípulo. Como él explicaba, se fotografió junto a famosos y todo tipo de prototipos de la farándula, tales como Jennifer Aniston y el mismo Rey Juan Carlos de Borbón. Según contó el mismo monarca español, Jimmy se coló en el Palacio Real de Madrid en una entrega de premios a deportistas de élite. "No voy a decir cómo porque aquello fue muy fuerte", dijo Su Majestad. Este sujeto que figura en todas partes tiene un apodo en la Argentina: "figuretti". Merodeó por todos los programas 'del corazón', donde 'hay tomate', como Crónicas marcianas, El diario de Patricia y el programa Els matins de TV3, en el que intercambió ideas con la intelectual Pilar Rahola.


Sin embargo, la creatividad y sentido del humor de Jimmy no tiene límites. Confeso reverendo del artista catalán Salvador Dalí, Jimmy improvisó un bigote y compró un pincel largo en la esquina de su casa. Con este material se infiltró en la pasarela de moda Gaudí, una de las más reputadas del mundo. Se quitó los pantalones y desfiló a sus anchas. Le hizo, incluso, una broma a uno de los modelos. Éste no le siguió la jugada para no arriesgar sueldo y futuros compromisos publicitarios.. Lo curioso, además, es que a aquel desfile había asistido el ex Consejero primero de la Generalitat de Catalunya, el honorable Josep Lluís Carod-Rovira (líder de Esquerra Republicana, independentista, al igual que Jimmy). Carod -el de anteojos, sentado en primera fila- simplemente sonrió y evitó altercados en un evento, en principio, de relajo, disfrute, comercial y cultural. Carod, un mes y medio antes de la pasarela, se había reunido con la cúpula de ETA en Perpignan, Francia, para que la banda independentista del País Vasco no atentará en Catalunya. A partir de ese día, sería utilizado como chivo espiatorio por el Partido Popular de Madrid. Carod esto, los catalanes lo otro.



Jimmy, entretanto, protagonizó saltos y corridas para el recuerdo en los últimos dos años y medio. Se abrazó al francés Thierry Henry en la cancha del Villarreal con la peluca de Dieguito Maradona y una camiseta de la selección argentina que portaba un mensaje de agradecimiento para Lionel Messi; le entregó en mano un obsequio a Pau Gasol, el máximo ídolo del básquetbol español, durante un partido exhibición; lo mismo con el tenista Carlos Moyá, nada menos que una final de Copa Davis en Sevilla y durante la entrega de premios del Trofeo Conde de Godó; saludó a Ronaldinho y a Ronaldo en el círculo central justo antes de un Real Madrid-Barcelona en el Bernabéu... Y hasta tuvo los 'cojones' de correr cincuenta metros en el Circuito de Catalunya de Fórmula 1 durante un Gran Premio. La bandera que flameaba en su mano, en esa oportunidad, decía: "Que venga el Rey a pasearse por esta calle".

El currículum vitae de Jimmy Jump también incluye una blasfemia. Se disfrazó de peregrino y cruzó la puerta sagrada de la iglesia de Santiago de Compostela durante la celebración crisitiana del Xacobeo 2004. Otra detención, otra demora, a la comisaría, señor. Según cálculos de un periodista catalán, diferentes autoridades le aplicaron multas con importe total de 100.000 euros por haber violado la leyes tácitas en los campos de fútboly otras disciplinas. Dado que Jimmy no dispondría de dinero suficiente en su cuenta bancaria -por eso mendiga a través de Internet- y tampoco, al parecer, dispone de bienes propios, es una y otra vez decretado "insolvente" por las sentencias. En algunos casos, es más, ni siquiera hubo sentencia, ya que el imputado apela el dictamen judicial y así se ingresa en un sinfín de burocracias y laberintos administrativos. Sus allegados se escudan en que "no hace mal a nadie". ¿Y si 20.000 personas imitarán a Jimmy e invadiesen los campos en cada partido "sin hacer mal a nadie"?



En las canchas de fútbol en Europa, así como en cualquier recinto, no hay vallas ni alambrados de púa que separen al público del escenario. El que quiere meterse, se mete. Ocurre, no obstante, que en la cabeza de un europeo medio difícilmente pueda generarse esta actitud excéntrica. Jimmy sale de la norma y ha puesto en entredicho los sistemas de seguridad en los diferentes eventos deportivos y culturales. Eso nos ha enseñado la historia de Jimmy. También otras tantas moralejas, como que ocho segundos y medio de una hipotética y particular fama genera afición entre la muchedumbre, al tiempo que una gratuita detención a los ojos del mundo.

"¿Cuál es su salto siempre soñado?", le consultó un presentador de televisión. "Saltar en la gala de los Oscar, con todo el mundo pendiente del televisor en esos momentos, sería la bomba, un salto universal... Pero es muy complicado porque allí la vigilancia y el control son extremos; yo siempre me cuelo sin pagar entrada, tengo que financiarme mis viajes... Las dificultades son máximas, pero es un reto pendiente. A ver si me sale un patrocinador".

3 comentarios:

Damian dijo...

Simplemente un gran valiente.
Tendria que tener su propia pagina en donde la gente le proponga ideas de lugares para hacer de las suyas...tendriamos que ayudarlo y abrir una cuenta bancaria en donde cada persona done 1 misero dolar o euro para que pueda pagar su fianza y asi seguir haciendonos divertir...

Anónimo dijo...

Felicitaciones por el cambio en el diseño del blog...esta bien bonito...queremos ver las fotos guardadas de africa

Anónimo dijo...

Te encontré! Espero que por Argentina. Seguro que tu periplo por África da para un libro, o dos :)

Cuídate.
Isis